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Estabilización de un argayo que comprometía la traída de agua a Santander en Riosapero

El departamento de Sondeos y  Geotecnia de Soningeo ha proyectado y se encuentra en fase de ejecución la estabilización de un argayo que se desencadenó el pasado mes de enero y que comprometía la traída de agua a Santander,  en la localidad de Riosapero (Villaescusa).

El deslizamiento se produjo en una ladera de orientación suroeste en cuya coronación discurre un aliviadero de la tubería de abastecimiento de agua a Santander. Presenta un desarrollo de 1000 m2 y se ha desencadenado tras las intensas lluvias acaecidas en ese mes.

El argayo se desarrolla sobre materiales de edad Cretácico Inferior (145 a 100 millones de años) en facies Weald,  compuesto por areniscas y limolitas intensamente fracturados por la presencia de una falla influenciada por los diapiros de Parbayón al Norte y Obregón al Este.

Para el análisis detallado del deslizamiento se ha utilizado un vehículo aéreo no tripulado UAV (del inglés unmanned aerial vehicle), comúnmente conocido como dron.

Se trata de un deslizamiento complejo con desprendimiento y flujo (deslizamiento superior y flujo inferior) por la saturación en agua del mismo y por consiguiente el aumento de la presión intersticial en y por debajo del plano de deslizamiento principal y secundarios, debido a la presencia de areniscas que trasmiten agua confinadas entre paquetes de arcillas y limolitas.

Según explica Óscar Gil, jefe del departamento de Geotecnia en Soningeo, en Cantabria, en base a los numerosos deslizamientos analizados, la mayor parte de los deslizamientos se generan en materiales del Cuaternario y del Cretácico (el 70% del total). Concretamente, ha señalado,  el 30% aparecen sobre depósitos aluviales y coluviones, y el 40% restante se distribuye entre un 15% sobre las limolitas y areniscas del Weald y un 25% sobre las calizas arrecifales, dolomías y margas del Albiense-Aptiense.

Otro gran porcentaje de los deslizamientos (casi el 20%), se desarrolla sobre materiales del Carbonífero, concretamente el 15% aparece en las pizarras, lutitas y areniscas de las Formación Potes, Lebeña y Mogrovejo, y un 5% se localizan en los materiales calizos de la Formación Picos de Europa. También se han observado en las margas, calizas y margocalizas del Jurásico superior (Facies Purbeck) y las areniscas, conglomerados y lutitas, rojas de la Facies Bundsanstein del Triásico Inferior, así como en materiales arcillosos en facies Keuper representando éstos el 10% del total.

A partir del análisis retrospectivo del deslizamiento acaecido, en base a la inspección geotécnica del mismo, se han fijado las parejas de valores en cuanto a cohesión y ángulo de fricción de los materiales coluvio-eluviales que conforman el material deslizado, estableciendo su estabilización para un factor de seguridad al deslizamiento de 2,00.

El sostenimiento consiste en la colocación de un sostenimiento flexible tipo IBERORED anclado mediante una malla de bulones pasivos compuesta por:

  •  geomalla tipo Trinter verde de PEAD/PP,
  •  malla de triple torsión
  •  red de cable con luz 300 x 300 mm con un tamaño de paño de 3×3 y una malla de bulones de 3 x 3 m de diámetro 32 tipo Gewi, con una longitud de 8 metros perpendiculares a la superficie de cara del talud) en toda la superficie con un sobreancho de 10 metros a cada lado del deslizamiento actual.

Se dispondrá de una malla de 10×10 m de drenes californianos de 15 metros con inclinación de 5º ascendente cada 10 metros.

Sostenimiento pasivo

Para la sujeción del sistema de sostenimiento pasivo se prevé la realización en coronación a modo de recalce de la estructura (aliviadero-tubería) de una pantalla vertical de micropilotes compuesta por bulones de diámetro 32 tipo Gewi de 10 metros de profundidad con espaciado de 1 metro dispuestos al tresbolillo atados en cabeza mediante zuncho de hormigón armado.

En la zona de la estructura con objeto de evitar el tecleo y pandeo de la misma en los primeros metros se coloca un atado horizontal cada metro o lo que indique el cálculo, de bulones de diámetro 32 tipo Gewi de 8 metros de profundidad

Un poco de historia acerca de la “Traída de agua a Santander”

En 1877, a petición del Ayuntamiento de Santander, se presenta el proyecto de “Abastecimiento de Aguas a Santander” redactado por el Ingeniero del Ministerio de Fomento, Ángel Mayo. En el mismo se establecen como puntos idóneos para la captación de las aguas los manantiales de La Molina, en la margen derecha del río Pas, en el Valle de Toranzo y los del rio Pisueña en Hoz de Cayón.

Desde esos puntos se debían de construir unos acueductos para llevar el agua hasta un depósito, situado en Pronillo (Santander), de 16.000 metros cúbicos. Ese depósito aún se utiliza y en ese lugar se construyó el edificio de la empresa concesionaria de la traída en el año 1884.

El proyecto de ingeniería es excelente contemplando diversas opciones de puntos de captación teniendo en cuenta los caudales y calidad de las aguas, tomando referencias de otras obras similares realizadas en el mundo, diseñando los diferentes tramos de acueducto, valorando su coste y estableciendo plazos y control de los trabajos.

Inicialmente se realiza el proyecto de captación y conducción de aguas desde los manantiales de La Molina. La obra, de 34,5 km de recorrido, sería construida en piedra y tubería de fundición. El objetivo era suministrar unos 8.000 metros cúbicos cada 24 horas es decir un caudal de 100 litros por segundo. La obra fue finalizada e inaugurada en el año 1882 aunque la fecha oficial, con celebración incluida, sería en 1884.

El trazado parte de San Martín de Toranzo y atraviesa los municipios de Santiurde de Toranzo, Castañeda, Santa Maria de Cayón, Villaescusa y Camargo. Hay tramos de ingeniería espectaculares como el puente acueducto del Arroyal (Villasevil) , que hubo que reconstruir curvo después de ser destruido el trazado recto inicial por un argayo y para lograr una base firme y resistente.

Posteriormente, en el año 1895, se acomete la realización del proyecto de añadir las aguas del Pisueña, manantiales de San Juan de Lloreda, dado que las captaciones de La Molina no llegaban a alcanzar el caudal necesario. Esta canalización se uniría a la proveniente de aguas de La Molina en la Casa de los Vigilantes en Obregón (Villaescusa). A comienzos del XX se deshecho la aportación de aguas del Pisueña por su baja calidad.

Más información

Un sistema llamado Bitrasvase (El Diario Montañés)